"El soplo de la femenidad"

No
son suficientes unos tacones altos para marcar mi territorio,
tampoco unas largas piernas envueltas en
medias de seda,
ni un escote en el pecho con dos perlas como
sus tesoros.
Ni siquiera los besos llenos de deseo de una
boca roja y húmeda,
convirtiéndome en el sello inconfundible del
cuello de tu camisa,
con un toque de brillo de una amante
peligrosa, cálida y divina.
Ante mis encantos te muestras indiferente,
odioso y quizás ciego,
pero te conquistaré con la última arma secreta
e invisible que tengo.
Esta noche las curvas de mi cuerpo se
moldearan en cristal,
con un broche envuelto en diamantes de
estrellas, oro y metal;
desnudando el soplo de mi feminidad haciendo
lo imposible,
que caigas vencido a los suaves brazos de un
aroma irresistible.
Seré la trampa de tus ocultas sensaciones,
emociones y olores;
alucinación de una naturaleza de pasiones,
romances y colores;
delicada e inocente ante la fascinación de mi
magnetismo,
ámbar y orquídeas para que pierdas el sentido
de ti mismo.
Un bouquet de rosas blancas para dormirse en
la serenidad,
notas amaderadas llenas de ilusión, elegancia
y libertad,
licor de frutas cautivándote con caricias
llenas de picardía,
la candidez del rayo del sol en la bruma azul
de tus días.
El esplendor de esencias cítricas
consumiéndote deprisa,
para rendirte ante una mujer vibrante,
provocativa y divertida;
una fragancia exquisita, sensual, intima y
aterciopelada;
que te invite a descubrir una mujer misteriosa
y enamorada.
Especias picantes para que explote tu secreta
ambición,
un aire fresco de fantasías intensas que
invadan tu corazón,
una gota en mi piel es una cascada que te baña
de placer,
en una danza de amor y fuego es un perfume de
mujer.